Por Lupo
Paradójico y triste el panorama de los ilusos e ingenuos (y desesperados) ‘migrantes’ irregulares -latinoamericanos, africanos, birmanos, …-, que creen en el mito de su redención económica y social ‘en el exterior’.
Por una parte, su ‘fuga’ es, normalmente, estimulada por bien organizadas campañas mediáticas de poderes externos y por calculadores e inescrupulosos intereses políticos y económicos internos de cada país. Además, existen poderosas mafias de perversos ‘coyotes’ transfronterizos que hacen pingües negocios explotando la ilusión y la angustia de los ingenuos. Y -si fuera poco- una vez fuera de sus países, los despistados migrantes son fácil presa de pillos y bandidos que los reclutan para lucrarse de su situación de irregularidad y de pobreza, pagando (pseudo)salarios ridículos, prostituyendo las mujeres y los niños, incorporándolos a redes de delincuentes y de organizaciones armadas al margen de la Ley, …
Todo esto -claro- con cierta no disimulada complicidad de las ‘autoridades’ y de los ‘políticos’ y empresarios locales. Así, la atrevida o desesperada decisión de los migrantes se asimila al viejo principio de ‘salir de Guatemala, para caer en Guatepeor’.
Para citar un lamentable y vergonzoso ejemplo, basta constatar lo que ha sido ‘la suerte’ de los venezolanos que buscaron subsanar sus afugias y necesidades en Colombia.
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