Dos días después del referéndum sobre el Esequibo, territorio que se disputa Venezuela con Guyana, el Gobierno de Nicolás Maduro avanza para intentar hacer cumplir lo que se aprobó el domingo en unos comicios que en la calle mostraron una casi nula participación, pero que el chavismo ha calificado como una victoria con 10,4 millones de votantes, lo que ha vuelto a despertar una crisis de credibilidad de las autoridades electorales del país. Este martes, Maduro presentó en televisión el nuevo mapa oficial del país con el Esequibo incorporado, sin la delimitación en reclamación, durante un Consejo de Estado y en Defensa de la Nación en el que anunció una serie de medidas y próximas legislaciones para concretar la posesión del territorio y sus recursos. Antes, el mandatario envió un contingente militar hasta Puerto Barima, en el Estado de Delta Amacuro, en la frontera atlántica de Venezuela, muy cerca de los límites de la zona en reclamación.
La guerra de relatos ha comenzado. Guyana izó hace unas semanas una bandera en un pequeño cerro en el Esequibo. El día del referéndum el Ministerio de Comunicación de Venezuela difundió un video en el que unos indígenas arriaban la bandera guyanesa e izaban la venezolana. Maduro ahora contraataca con todo. A través de una ley especial anunciada este martes creará una nueva provincia o estado en el territorio, pero ya ha nombrado una autoridad única provisional. Se trata del mayor general Alexis Rodríguez Cabello, diputado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que operará desde Tumeremo, el municipio foco de la explotación minera en el Estado Bolívar, al sur del país, a apenas 100 kilómetros y dos horas de caminos del poblado de San Martín de Turumbang, en la zona en reclamación.
“Queremos el rescate pacifico de la Guayana Esequiba. ¡Arranquemos a darle respuesta a un pueblo que se pronunció el 3 de diciembre!”, dijo el mandatario. “Nuestra Guayana Esequiba ha sido ocupada de facto por el imperio británico y sus herederos y han destruido el área”, agregó tras recordar los acuerdos que en tiempos de Hugo Chávez se gestaron para crear Petrocaribe. Entonces, Venezuela ofreció petróleo con descuentos a los países del Caricom a cambio de apoyo diplomático a su revolución bolivariana, sin embargo, en esta disputa histórica esos países han respaldado a Guyana. “Somos un pueblo de paz, unionista, lo hemos demostrado desde Petrocaribe, que permitió la estabilidad social y económica del Caribe, particularmente de Guayana que tuvo los índices de desarrollo más altos en ese tiempo y hoy está en la miseria”, añadió.
El mandatario ordenó a PDVSA levantar un mapa de exploración y explotación de los recursos y también ordenó al Parlamento la redacción de una ley que prohíba las concesiones petroleras entregadas por Guyana en el mar territorial por delimitar, como la estadounidense Exxon Mobile que tiene una plataforma marítima en la zona. “Les damos tres meses a las empresas que están explotando recursos ahí sin permiso de Venezuela que se pongan a derecho”. Asimismo pidió a la Asamblea Nacional crear áreas de protección ambiental y parques nacionales en el territorio.
Antes, un contingente militar se había movilizado a Puerto Barima, en el Estado de Delta Amacuro, en la frontera atlántica de Venezuela, muy cerca de los límites de la zona en reclamación, que se abrogan Venezuela y Guyana. Este es un pleito que data de 1777, cuando la Capitanía General de Venezuela incluía ese trozo de 160.000 kilómetros cuadrados dentro de un mismo mapa que ni cuando estaba bajo el reino de España ni luego de la independencia, fue ocupado por Venezuela, lo que sí hizo la Guayana Británica que en 1899 logró fijar unos límites en Laudo Arbitral de París en un proceso que ha sido calificado de amañado. Dos siglos después, el jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional, Domingo Hernández Lárez, ha difundido en sus redes sociales imágenes de militares venezolanos prestando atención sanitaria a las comunidades indígenas que viven en la zona. En uno de los mensajes que publicó puso fotos de camiones con materiales de construcción y el mensaje “Rumbo al Escudo Guayanés en apoyo del desarrollo integral de la nación”.
Guyana y sus aliados
“Estamos muy preocupados de que el presidente Maduro y el Gobierno de Venezuela usen su política interna para crear inestabilidad en la región, miedo y terror al interior de los países vecinos”, afirmó el presidente guyanés, Mohamed Irfaan Alí, el martes en una entrevista al canal France 24. El mandatario señaló que están ceñidos al proceso de la Corte Internacional de Justicia, en donde desembocó el Acuerdo de Ginebra, por decisión del secretario general de Naciones Unidas, tras décadas de negociaciones infructuosas y pese a que Venezuela ha insistido en que la instancia no tiene jurisdicción para dirimir esta controversia.
“La comunidad internacional tiene una gran responsabilidad de asegurar que la paz prevalezca. Muchos países están respaldando a Guyana en una resolución pacífica que debe salir del proceso en la CIJ”, señaló el presidente guyanés. “Nosotros estamos trabajando con nuestros socios del Departamento de Estado y Defensa de Estados Unidos para asegurar que Guyana no esté fuera de guardia y esté preparada y también para actuar como un país que respete el Estado de derecho y el orden internacional”.
Irfaan dijo que pese a la tensión que ha generado el referéndum en el que se aprobó una anexión del territorio —que al menos sobre el papel ha sido confirmada en el nuevo mapa presentado este martes por Maduro— los inversionistas de compañías como Exxon Mobile no han dejado de trabajar en los bloques que ha concesionado Guyana. “Exxon es parte de un consorcio en el que hay compañías chinas y muchas otras del hemisferio occidental, del Reino Unido, de la Unión Europea, del mundo árabe, que participaron recientemente en una nueva subasta de bloques. Pese al comportamiento de Venezuela la actitud de nuestros inversionistas no ha cambiado con nosotros”.
También en Brasil, que comparte frontera tanto con Venezuela como Guyana, cunde la preocupación por la dimensión que está tomando el contencioso por la región de Esequibo. De entrada, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva conversó tanto con Nicolás Maduro como con Irfaan Alí. Pero Brasilia no quiere sorpresas y también ha reforzado el despliegue militar en el linde. El Ministerio de Defensa ha incrementado de 70 a 130 uniformados el contingente del destacamento de Boa Vista (en el Estado de Roraima). Su misión es “vigilar y proteger el territorio nacional”, según una nota del ministerio. Tras el referéndum consultivo a los venezolanos sobre la anexión del territorio, Lula decidió enviar además una veintena de blindados a la triple frontera, informa Naiara Galarraga.
“Seguimos la situación con preocupación, pero no creo que vamos a llegar a eso [un enfrentamiento armado]”, ha declarado este martes a Reuters la embajadora Gisela Padovan, la encargada de América Latina en el Ministerio de Exteriores. La diplomática confía en que los buenos oficios de Brasil y el resto los países vecinos logren “desinflar este proceso”.