Por: Esther Miguel Trula
El capitalismo apesta. Es la forma de pensar de la mayoría de la juventud de muchos países occidentales, y es tan evidente que da hasta reparo tener que explicarlo. Si no te vale con las riadas de memes y cuentas favorables a difundir consignas izquierdosas (ya sabes, te propongo que acabemos juntos con la hegemonía de los mercados en la tercera cita), tal vez tengamos que echar mano de las estadísticas.
Según una encuesta realizada por la Universidad de Harvard: el 51% de los jóvenes estadouniodenses entre 18 y 29 años asegurar no respaldar el capitalismo, frente al 42% que lo apoya. Hace cinco años los porcentajes estaban equilibrados, pero ahora mismo el discurso capitalista tiene las de perder. Sus cifras de apoyo entre los chavales ha variado a lo largo de todos estos años, pero ahora mismo es la menor que ha tenido en más de 80 años.
En España lo llevamos aún peor. Según una encuesta del BBVA en 2013, el 74% de los españoles afirmó rechazar el capitalismo frente a un escaso 11% que lo respalda. Somos el país más anticapitalista de Europa. En lo que estamos todos a la par, aquí y en cualquier país occidental, es en el desencanto con el modelo democrático: frente al 70-80% de personas de la generación silenciosa que creía que la democracia era esencial vivir en un país democrático, sólo el 40-25% de los millennials de hoy consideran que un país debe cumplir esta condición para funcionar.
Es decir, una parte muy importante de la población no creen ya ni en nuestro modelo político ni económico.
Fuente: https://magnet.xataka.com – Septiembre 2018