Podría escribir sobre lo que pasa hoy. Pero yo sé que gente más preparada que yo lo haría mejor y seguramente lo está haciendo.
Estamos a cuatro de mayo y ayer mil marinos argentinos murieron a manos de los ingleses en la batalla que se libra en las islas Malvinas. ¡Cuánto no hubiera dado yo por estar allí en un avión suicida y destruir uno de los dos portaaviones! Me vendría así, como un pájaro, con un avión cargado de bombas y chocar sobre su cubierta.
Los ingleses y los norteamericanos nos han tenido como ratones en una madriguera. Los ingleses destruyeron a España, saquearon a estos países y después que cayeron en guerras anti-populares, le dejaron el legado a los yanquis y los yanquis, los nuevos piratas, se aprovecharon de nuestra debilidad y nos dividen, nos compran y nos derrotan.
«Pero hasta cuándo?
Porque una nueva generación nace.
Y nosotros no decimos como Unamuno:
– Que inventen ellos.
No, tenemos que inventar nosotros. Tenemos que crear la bomba atómica, la bomba H y si es posible bombas más poderosas. Porque si no nos van a destruir.
Los yanquis están con los ingleses, que hablan su idioma. Los yanquis están con los poderosos, con los europeos. Los yanquis jamás han estado con un país débil y en vías de desarrollo.
Y la función nuestra, nuestra cómoda, humilde y honrosa razón es destruirlos así como ellos han tratado de destruir a estos miserables países por el sólo defecto que no hablamos su idioma ni tenemos su color.
Y en este instante (veo en la televisión que una fragata inglesa fue hundida y que dos aviones Herriers han sido abatidos) me siento con fe, con la fe suficiente como para ir allí de suicida y dislocar los dos portaaviones que los ingleses, con la ayuda de satélites americanos, hunden barcos argentinos en los que mueren miles de sudamericanos.
Los yanquis, que por lo general son brutos, crearon una Cuba fuerte, sacaron a la Organización de Naciones Iberoamericanas (OEA) de su territorio y hacen todo lo posible de que, como en un sueño de Bolívar, estemos unidos, seamos fuertes y nos hagamos nuestras propias armas en casa. Las armas y la comida. Después veremos.