La congresista señaló que no se sintió segura al evacuar la sala en la que se encontraba y se resistió a refugiarse con representantes republicanos por miedo a que revelaran dónde estaba y que “crearan oportunidades para que me lastimaran” (..) sostuvo que hubo “actos de heroísmo” por parte de los trabajadores del Capitolio, pero también “actos de traición”. “Correr en el Capitolio y no saber si un oficial de seguridad está ahí para ayudarte o para dañarte también es algo traumatizante”, afirmó.
AOC dijo que no podía dar detalles «debido a cuestiones de seguridad» pero contó: «Puedo decirles que tuve un encuentro cercano en el que pensé que iba a morir”.
“No sabía si al terminar el día iba a estar viva y no lo digo de forma general, sino en un sentido muy, muy específico”, agregó la congresista, quien sostuvo que “muchos de nosotros escapamos a la muerte por poco” y que “había una sensación de que había algo mal desde adentro”.
Mientras la furiosa multitud de partidarios de Trump asaltaba el Capitolio de los Estados Unidos el miércoles, sus correligionarios en línea celebraban el caos, aclamando la violencia en una amplia gama de sitios de medios sociales y pidiendo el derramamiento de sangre…
Muchos demócratas denunciaron -en especial a partir de que se difundieron videos del ataque- que los militantes trumpistas fueron ayudados por fuerzas de seguridad y trabajadores del Capitolio para ingresar y tomar las instalaciones donde se estaba realizando una sesión bicameral para confirmar el resultado de las elecciones presidenciales de noviembre.
La congresista demócrata Mikie Sherrill afirmó en sus redes sociales que vio a sus pares republicanos dando “un tour de reconocimiento” del Capitolio a los seguidores de Trump, aunque no presentó evidencias que confirmaran esta colaboración.
Una vez se produjo la entrada violenta de los partidarios de Trump a quienes éste los venía azuzando para respaldar sus esfuerzos en impedir la ratificación de Biden como Presidente electo, la sensación generalizada era que la sangre correría y muy pronto por todos los espacios del Capitolio y para no dudar de que ello pudiera suceder, leamos lo que por las redes transmitía Trump: “Estas son las cosas y los eventos que suceden cuando una victoria electoral sagrada y aplastante es despojada de manera tan brutal y sin ceremonias de los grandes patriotas que han sido mal e injustamente tratados durante tanto tiempo.»
Fuentes: Varias (Página 12, RTVE y agencias)
Un Comentario
Liborio Guaso
Al final el picnic facistoide del Capitolio fue nada comparado con lo que hicieron Nixon y Kissinger en Chile en 1973 donde todavía los herederos de Pinochet sigue matando medio siglo después.