RUBEN Osorio Canales, el afamado poeta del poemario Asuntos, ordenó otra botella de whisky. El joven dependiente del bar y restaurant colocó la tercera botella.
– ¿Por qué tantos palos, Rubén?
– Porque hoy es mi cumpleaños.
El joven pintor Rafael Franceschi (se pronuncia Franchesqui) dijo: – Yo voy a escribir un artículo que comience así: Modrián pintaba en un gallinero.
Nadie se rió de la ocurrencia del joven pintor Rafael Franceschi. Todos estaban ocupados de la botella de tres filos que circulaba en la barra del bar.
– Franceschi se ha puesto muy impertinente, – dijo Alfonso Montilla, el renombrado locutor de la Radio Nacional que lee los artículos de cine que escribe el agudo crítico Rodolfo Izaguirre.
– Y qué más lee usted en la Radio Nacional, señor Montilla?
– La Aventura del Libro.
La Aventura del Libro, ya se sabe, es la brillante columna radial que escribe la novelista argentina Marta Mosquera.
– ¿Usted es vallejiano, señor Osorio Canales?
– ¡Vallejiano yo! ¡Yo no tengo de nadie!
– Usted es como Chopin, entonces.
– ¿Cómo Chopin?
– Sí, como Chopin, que según los historiadores de la música no tenía de nadie.
– Ah, yo no sabía eso.
– Pues, sépalo.
La botella de tres filos estaba en las manos del creador de Música y Verdades y Venezuela Canta. El famoso creador de estos dos programas radiales es el play boy Reynaldo Espinosa Hernández, fundador del concurso Miss Caribe, un concurso auspiciado por algunos señores que se dan la gran vida montando cruceros hasta la isla de Los Roques.
– Usted, señor Osorio Canales escribe como Vallejo. Esto es vallejiano: «A veces me entra de lleno una tristeza/ tan dura, como ésta».
– No, eso no es vallejiano. Eso es mío. Eso me vino en una comilona con Orlando Araujo. Recuerdo que el doctor Claudio Fermín tocaba al piano el bolero-canción Perfidia cuando me vino la inspiración. ¿Y usted por qué se interesa tanto por eso?
– Porque quiero hacerle una nota.
– Ah.
El señor José Salazar Meneses, acusado de escribir el libro Los Adecos con el seudónimo de Juan Bautista Rojas, se echó un trago al coleto. El señor Salazar Meneses, desde los tiempos del histórico grupo Contrapunto, estaba amenazando con publicar un libro. El autor de Los Adecos tiene en la solapa de su chaqueta una ruedita que dice: Miembro de la Sociedad Bolivariana. Institución fundada por el General Rafael Urdaneta.
– Yo no pertenezco a esta Institución, pero a mi me gusta el sellito.
Y el señor José Salazar Meneses se toca el sellito de la Sociedad Bolivariana. El señor Salazar Meneses (o Juan Bautista Rojas, como usted guste) es oriundo de la Isla de Margarita. La capital de la Isla de Margarita es La Asunción, pero el escritor Salazar Meneses no es de La Asunción sino de Pampatar, un poco más allá.
– Esto también es vallejiano, – dijo el comentador de libros señalando a Rubén Osorio Canales, el autor del poemario Asuntos.
– ¿Qué es vallejiano?
– Esto: «Como voy con Dios / el asunto es más sencillo».
– Usted la cogió conmigo.
– ¿Qué quiere usted? ¡Usted es un hombre público, señor Osorio Canales. Usted es algo así como un Byron!
CARACAS: MIÉRCOLES 3 DE ABRIL DE 1974