COMO COMBATIR A LA GUERRA CIVIL MOLECULAR QUE NOS IMPONEN
AUTOR: Francisco Javier Sierra Corrales
El pasado 9 de marzo apareció publicado en el portal Sputnik, una entrevista que le hiciera el investigador y escritor venezolano José Negrón Valera a Rafael Belisario, quien es Abogado con estudios en ciencias políticas y filosofía de la guerra, vecino del Estado Táchira. Con esta entrevista se botaron, ahora yo no sé si “el que la botó de jonrón” fue Negrón Valera o Rafael Belisario, pudiéramos hacer un parangón entre el diamante en bruto y el joyero tallador, quien le da valor agregado y es quien lo pone a valer, en este caso Belisario es el diamante quien está en el sitio, como dicen los españoles “donde se cuecen las habas”, y José Negrón Valera, es el tallador mencionado.
Rafael Belisario, nos da la clave de lo que está pasando en el Táchira, Venezuela, desde hace 10 años, con respecto a la penetración narcoparamilitar colombiana, esta penetración es especial y más profunda, ya que la penetración general del paramilitarismo, en todo el territorio nacional, data de los primeros años del primer gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2004), hace 15-16 años, cuando la presencia de paramilitares en la finca Daktari, en Caracas, parejo a la época en que la oligarquía de Bogotá asume el rol de director de la contra-revolución en Venezuela (El termino correcto es de “sargentón” o “representante”) porque si algo debemos estar claro, es que el “Plan Colombia”, vigente actualmente, en su esencia, pero con otro (s) nombre (s), era un plan anti-venezolano, en contra de la revolución bolivariana, era un “tapón” en contra del bolivarianismo o bolivarianismo revolucionario.
Esa penetración de 10 años, en el Táchira, Belisario la describe como “invasión paramilitar silenciosa” y menciona a tres grupos como los causantes; “Los Rastrojos”, “El Clan del Golfo” y “Los Urabeños”; quienes vienen aplicando las mismas estrategias de los contras nicaragüenses en los años 80 del siglo pasado, con respecto a Honduras; dice Rafael Belisario, al respecto: “Sin embargo, a pesar de los esfuerzos dados por las fuerzas de seguridad venezolana para eliminar el peligro que representan estos grupos, la mayor dificultad estriba en que cuentan, a juicio del analista, con todo el apoyo del Gobierno colombiano…Estas bandas criminales, van a Colombia, se resguardan, se reorganizan y luego vuelven a atacar Venezuela». Es decir, un replique de la contra nicaragüense de los años 80, el criminal de guerra del Elliot Abrams, con la misión que le ha dado Trump de ser el “verdugo matador” de Venezuela, se debe sentir como “pez dentro del agua”, y debe rememorar mucho sus viejos tiempos de asesino en masa del pueblo centroamericano.
Belisario, en la entrevista de José, manifiesta que estos grupos paramilitares, a pesar del estilo delincuencial con que actúan, son políticos, su naturaleza es política (Autores del trabajo sucio del exterminio de las guerrillas y sus bases de apoyo por parte del estado colombiano con tutoría gringa), ya que su “padre fundador” es Álvaro Uribe Vélez, aunque aquí voy a divergir con Rafael Belisario, no creo mucho esa versión, seria mas padre fundador Pablo Escobar Gavidea, y Álvaro Uribe seria su protector o “padrino” político. Pero el asunto es que los paramilitares nacen por razones políticas, fue una forma del narcotráfico clásico, el del desaparecido “cartel de Medellín” adquirir poder político asociándose con los oligarcas de derecha dueños de Colombia, ayudándole exterminar a su enemigo natural, las guerrillas. Aunque este lineamiento, inmerso en lo que se ha denominado “guerra sucia”, es de factura yanqui, remember “la operación fénix” en Vietnam.
Pero continúa Belisario, con acierto, al decir, que a estos grupos paramilitares, que actúan en contra de Venezuela bajo la protección del narco-estado de Bogotá, el financiamiento de la droga y el entrenamiento y armamento yanqui, se le agrega ahora los militares traidores y desertores, que afortunadamente no son muchos, pero que Abrams y sus propagandistas han abultado la lista porque le van a meter “de contrabando” terroristas del ISIS que piensa traer de Siria (Dicen que son 500.000), para la conformación del ejercito mercenario, con el que piensan invadir a Venezuela. También se le agregan a este ejercito mercenario del criminal de guerra Elliot Abrams, delincuentes comunes de las bandas de pranes como “El Tren de Aragua”, dice Belisario.
Este ejercito mercenario, en formación (Esta bastante avanzado), en el lado Colombiano es el “ISIS de América Latina”, dice Belisario, parafraseando a Freddy Bernal “Protector del Estado Táchira” y miembro de la dirección nacional del PSUV, en franca alusión al combinado de paramilitares, militares desertores, gente del hampa común y posibles miembros del ISIS o DAESH, traídos desde Siria por Elliot Abrams y Pompeo.
Este grupo de paramilitares, en el Táchira (Los rastrojos, el cartel del golfo y los Urabeños), es el primer ejército invasor con que cuentan el imperialismo yanqui, en Venezuela; y no solo operan en el occidente del país sino que están regados por toda la nación.
A continuación, Belisario dice algo que es la esencia de la entrevista y es la hipótesis de guerra que viviremos en Venezuela, diría yo, si la dejamos correr, porque tenemos oportunidad de “cortarla”, pararla ya; y dice; «El paramilitarismo crea una paraeconomía y un paraestado y se termina constituyendo en conjunto con el aparato de inteligencia de EEUU y la élite colombiana, en un gobierno en la sombra. Este es el centro o el comando de operaciones a la hora de una agresión contra Venezuela. Tienen sus propios mecanismos logísticos, militares y mediáticos». Esto del “paraestado” y “paraeconomia” conformada por la penetración narcoparamilitar, es cierta, y tiene su expresión en el comercio usurero y súper-especulativo orientado por el “Dólar Today” y el bachaquerismo, culpable de la hiperinflación en un 70%-80%, en combinación con funcionarios quintas columnas dentro del gobierno.
Aunque esta “invasión paramilitar silenciosa”, no es solo en el Táchira y tiene más de 10 años, como lo dijimos arriba; estos grupos su principal actividad era la del narcotráfico, pero han ampliado su radio económico llegando inclusive a productos de primera necesidad y consumo masivo; son los creadores del bachaquerismo pero más que todo son los protectores de los bachaqueros, en Venezuela con grupos afines o tutoriados por ellos así como del hampa organizada local; estas actividades económicas o “paraeconomia” hace que se radiquen en el sitio Y no es solo, repito, en la frontera con Colombia, han llegado a Caracas, Oriente y Guayana, en el extremo este del país.
El paramilitarismo nace con financiamiento del narcotráfico y para servir de labor sucia de contrainsurgencia (Exterminio y desplazamiento) a favor de la oligarquía, asesinando o capturando guerrilleros, líderes sociales y desplazando poblaciones enteras de campesinos y pisatarios, para quitarles las bases sociales a la insurgencia y apoderarse de las mejores tierras de Colombia, para sembrar entre otras cosas droga o palma africana.
Cuando incursionan por Venezuela, traen dos objetivos, que son los mismos del estado colombiano que es un estado fallido y forajido y sargentón del imperialismo yanqui, la una, transportar droga hacia el Caribe, ya sea para USA (Florida o Costa del Este) o Europa; y la otra, ir debilitando a la revolución bolivariana, en alianza con la delincuencia organizada y la derecha venezolana, van creando como dice Belisario una paraeconomia y un paraestado que se asienta en el enriquecimiento ilícito de su perniciosa y destructiva actividad económica (La usura hiperinflacionaria y el bachaquerismo, aparte de las actividades ilícitas propias como narcotráfico, sicariato, secuestro, extorsión, etc.), esa paraeconomia y paraestado, como dice Belisario, va formando un “gobierno en la sombra”.
¿Por qué el Gobierno Bolivariano ha tolerado esta actividad narcoparamilitar?
Cuando analizamos la “Guerra Civil Molecular Que Nos Imponen” (https://www.ensartaos.com.ve/%EF%BB%BFque-hacemos-con-la-guerra-civil-molecular-que-nos-imponen/), vimos que en sus primeras fases, está lo que he llamado la deslegitimación de las instituciones, como fase previa, para llegar a un estado de caos generalizado que luego conduce a una pre guerra civil, y allí vimos, que producto de una política errada de la revolución bolivariana en sus primeras horas, no se hizo la renovación funcionarial típica cuando existe un cambio de gobierno que en este caso había que hacerla con mayor necesidad y radicalidad, una nueva constitución creó un nuevo tipo de estado; esa conservación de un funcionariado opositor saboteador y mal intencionado, mas los errores de la revolución (Inconsecuencias revolucionarias, debilidades y/o desviaciones ideológicas), hizo que las instituciones fuesen infuncionales luego se descompusieron y hasta hoy se han podrido; esto facilitó la tarea de la derecha de deslegitimar a la administración pública; entre ellas, el poder judicial y más específicamente a la administración de justicia penal, esa deslegitimación especifica, le ha permitido a la infiltración “silenciosa y sigilosa” del paramilitarismo operar con cierta impunidad, aparte que han encontrado “aliados” dentro del sector bolivariano como la naciente “boliburguesía” que se ha incorporado al comercio especulativo, usurero y del dólar paralelo y en algunos casos se han asociado con esta tripla letal paracos-pranes-derecha, “alianza estratégica” esta que le permite al narcoparamilitarismo uribista, enraizarse, radicarse dentro del país, y esa radicación sería una gran ventaja, que tendría el criminal de guerra Abrams con la contra nicaragüense de los 80 que jamás pudo radicarse dentro del territorio nica.
QUE HACER ANTE LA PARAECONOMIA Y EL PARAESTADO SILENCIOSO Y SIGILOSO Y EL GOBIERNO BAJO LA SOMBRA QUE TIENE EL URIBISMO DENTRO DE VENEZUELA
Por lo anterior, para desmantelar la paraeconomia que tiene un paraestado y un gobierno bajo las sombras, por parte del narcoparamilitarismo colombiano, el hampa organizada (Pranes) y la derecha política y algunos comerciantes “bolivarianos” y hasta “socialistas”, socios de aquellos, es menester ir a un proceso político-militar-institucional en conjunción con otro económico-social-cultural; una especie de “revolución cultural china a lo Caribe” o para hablar bolivarianamente un “Golpe de Timón” o un procedimiento de “3R” (Revisión, rectificación y reimpulso). La parte política la compondrían los siguientes procesos: Relegitimación, Reempoderamiento y Renovación, orientados por una jornada ética, anti-corrupción, anti-indolencia y anti-burocratismo. La parte económica la integrarían un plan nacional de soberanía alimentaria e industrial, desarrollar las fuerzas productivas tanto agrarias como industriales a fin de lograr la soberanía alimentaria e industrial y la socialización del modo de producción nacional, producir colectivamente o bajo la forma de producción socialista y no capitalistamente.
Proceso de Relegitimación:
Cuando analizábamos a la guerra civil molecular de José Negrón Valera, al cual ya remitimos, veíamos en la fase 0 y 1 (Las dos primeras fases), un proceso que denominé de “deslegitimación de las instituciones”, dijimos en aquel momento que esa labor la había hecho la derecha a través de los sindicatos y activistas propios que permanecieron en eso puestos de trabajo, por razones ya explicadas, esa deslegitimación ya se venía dando, aun con Chávez vivo (2010-2011-2012) y a partir de Maduro (2013) se reforzó y aceleró. Ya hoy en día muchas de esas instituciones, ya no solo están deslegitimadas sino que están tomadas por verdaderas mafias. Estamos hablando de los indispensables y necesarios servicios públicos, en donde también está incluido la defensa al consumidor y usuario que tiene que ver con la hiperinflación.
Esas instituciones hay que rescatarlas y hacer que cumplan con sus funciones, que de por sí ya eran deficientes; a este proceso lo denominaremos de “relegitimación”, y para ello es menester que haya transparencia, rendición de cuentas, posibilidad de ejercer la contraloría social, desde afuera, eficiencia, vigilancia revolucionaria y amor por el servicio y con sentido de patria, para ello es menester dar “un golpe de timón” o aplicar las “3R”, es decir, revisión, rectificación y reimpulso
Proceso de Reempoderamiento:
Cuando en el escrito “Análisis Critico a “Que Debe Enfrentar Venezuela Ahora” I y II, (https://www.ensartaos.com.ve/analisis-critico-a-que-debe-enfrentar-venezuela-ahora/ y https://www.ensartaos.com.ve/analisis-critico-a-que-debe-enfrentar-venezuela-ahora-2/) , hablamos de reempoderamiento como convertir a nuestros consejos comunales en Comité de Defensas de la Revolución (CDR), de la época del Che Guevara en Cuba o Soviet de principio de la URSS, en 1917; cuestión que definí de esta forma: “El soviet o CDR, que debe llamarse el Consejo Comunal, esta institución debe reformatearse y renovarse, y encierra en ella misma el ejercicio del poder militar (Y policial), del poder político, del poder económico y poder social (Incluye el cultural, educación, salud, etc.) de la revolución, en el área de radicación. El vecino en armas dirige la economía y todos los que haceres de la vida cotidiana, mete preso al que se porta mal y mantiene la unidad y la disciplina en el barrio o sector o en el sitio de trabajo, escuela o finca. El vecino mejor que nadie sabe cuáles son las necesidades y las fallas en su espacio y sabe también quien lo anda haciendo mal para corregirlo. El policía, o el soldado, en la concepción burguesa de seguridad, es un agente ajeno al barrio, viene del cuartel o del comando; esta en el barrio o el centro de trabajo algunas horas, en el mejor de los casos y luego se va. El consejista, no, permanece en el barrio o centro porque vive allí, trabaja allí y conoce todos los pormenores del sitio. Esa es la ventaja de un Consejo o CDR o Soviet sobre un policía o soldado tradicional, que viene de afuera.”.
Se propone que los Consejos Comunales, aparte de relegitimarse y renovarse, se conviertan tanto en la policía como la defensa militar del barrio, de la fábrica, sector o área donde radique dicho consejo comunal, es decir, que debe convertirse en el poder popular, debe funcionar democráticamente, asambleario y por supuesto sus integrantes no pueden ser piti-yanquis sino revolucionarios y en el menor de los casos nacionalistas, es decir, que no apoyen o pidan la invasión del país.
Estos consejos comunales con las milicias populares armadas y residentes del sitio, es decir, vecinos, deben convertirse en policía económica y policía judicial, al menos en su primera fase de captura y apertura de expediente, para luego presentárselo a la administración de justicia y continúe el debido proceso. En sus funciones policía económica deben hacer revisión permanente de los comercios (Mínimo una revisión diaria, pero es necesaria dos y hasta tres), para supervisar costos, precios, distribución de la mercancía en lo tocante al distribuidor mayor, el precio, las ventas al detal, la calidad y proporción de la mercancía, asimismo lo referente a sanidad; y deben tener facultades junto con una policía económica nacional, de la cual ellos o formarían parte o estuviesen adscritos, para sancionar a comerciantes o empresarios, cerrar empresas y/o detenerlos.
En materia de seguridad, las milicias populares de los consejos comunales, tienen facultades para detener personas, allanar viviendas o sitios cerrados, hacer redadas y citar y amonestar ciudadanos, aparte de funciones penitenciarias en delitos comunitarios u otros mayores. En el ejercicio de sus funciones de seguridad deben hacer la labor de prevención criminal; encuestas, censos que permitan identificar a las personas vulnerables en lo económico, social o familiar y prestarle asistencia bajo los planes de protección social de la Republica.
Proceso de Renovación:
Todas las instituciones actualmente están deslegitimadas ante la ciudadanía, son muy pocas las que pueden decir que no solamente son legales, sino que gozan de prestigio en su comunidad o área de influencia, impera hacer una depuración de todas estas instituciones, esta depuración forma parte del proceso de relegitimación y también del proceso de reformatear o renovar a los consejos comunales (Rempoderamiento). No está demás decir que este proceso de deslegitimación obedeció a una labor de desprestigio desde afuera de la derecha, a través fundamentalmente de los medios de comunicación, pero también, desde adentro, hubo implosión, o sea que fue un trabajo doble, interno y externo.
Ahora este proceso, para que sea eficaz debe partir desde arriba, debe venir o desde el ejecutivo nacional, quien ya ha dado la orden de “La Renovación” y las tres líneas de acción estratégicas: 1) de “paz” o mantener la revolución y su sistema de gobierno, 2) lo económico, en donde se incluye la lucha en contra de la guerra económica y 3) la tercera línea de acción seria la lucha en contra de la corrupción, la indolencia y el burocratismo. Corresponde a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), aprobar una ley contra la corrupción, la indolencia y el burocratismo, previa presentación de una propuesta presentada por la Vice-Presidencia de la Republica, cosa que aun no se ha hecho; están en mora tanto la vice-presidencia como la Asamblea Nacional Constituyente con el país y la revolución.
Estas leyes éticas y de anti-corrupción, anti-indolencia y anti-burocratismo, que se han debido dictar, a principio de este año 2019, serian la base para una jornada de contra-ofensiva en contra de la penetración y avance de la contra-revolución, es la implantación de “La Ley y El Orden”, una de las recomendaciones de José Negrón Valera, para revertir, eliminar, derrotar a la guerra civil molecular, nueva forma de guerra del imperialismo yanqui para garantizar su hegemonía y dominio mundial y hacer que el siglo XXI, sea “otro siglo americano”.
Proceso o Jornadas Anti-Corrupción, Anti-Indolencia y Anti-burocratismo:
Este proceso o jornada anti-corrupción, anti-indolencia y anti-burocratismo, tan necesario puesto que la revolución bolivariana se ha anquilosado y hasta cierto punto se ha corrompido y por falta de vigilancia revolucionaria se ha vuelto indolente, floja, burocrática y necesita un remezón, en la jerga bolivariana “un golpe de timón” o “3R”, revisión, rectificación y reimpulso; esta jornada fue ordenada por el presidente Nicolás Maduro el año pasado, inclusive le ordenó a la vice-presidenta de la republica que elaborara una ley que reformara la ley anti-corrupción y otra ley (O en la misma) que atacara la indolencia y el burocratismo, que pudieran ser faltas penales, administrativas y disciplinarias sujetas a destitución o remoción del cargo con inhabilitación para el ejercicio del mismo por años y/o multas, arresto o trabajo comunitario, a los funcionarios públicos corruptos, faltones o quinta columna; pero lamentablemente hasta ahora la vice-presidenta no ha presentado ningún trabajo al respecto, que debió haber sido presentado a principio de esta año 2019, y todavía nada; y luego quedó en manos de la asamblea nacional constituyente, la cual no ha hecho nada al respecto.
Esta ley anti-corrupción, anti-burocrática y anti-indolencia; es muy importante, porque como recomienda José Negrón Valera; una de las formas de combatir, de revertir a la guerra civil molecular, que en este caso tiene a su “gobierno bajo la sombra”, al narcoparamilitarismo colombiano en tripla con la delincuencia organizada y la derecha política golpista y pitiyanqui, quienes han conformado una paraeconomia y un paraestado, y tienen como aliado un sector del “bolivarianismo económico” (Un sector de la boliburguesía) y del “bolivarianismo político” (Los quinta columnas y dobles agentes dentro del estado); estas leyes éticas y anti-corrupción, son muy importantes, insisto, porque reinstauran la ley y el orden y destruyen la estrategia de caos y eliminación de los estados fuertes por estados fallidos y forajidos que implica la guerra civil molecular, aquí y en otros escritos, en análisis.
También es importante esta ley anti-corrupción, porque le sirve de base y fundamento de actuación a los procesos de de relegitimación, reempoderamiento y renovación y coadyuva bastante con los procesos o planes económicos de soberanía alimentaria e industrial y de socialización de la producción; ya que en muchos casos las siembras, cosechas, ensamblaje, confección o fabricación no se hacen o porque no llegó la semilla a tiempo o el insumo o la materia prima o hubo negligencia en la producción, muchas veces por actos de corrupción, indolencia o burocracia de algún funcionario o productor.
Las leyes o manuales éticos, anti-indolencia, anti-burocratismo, anti-corrupción son vitales para una revolución cultural o campaña regeneradora o renovadora de la revolución bolivariana; sería una forma de restablecer la ley y el orden a que nos remite José Negrón Valera como forma de derrotar a la guerra civil molecular; sería como una especie de “Revolución Cultural a la Venezolana”.
EN LO ECONOMICO: SOCIALISMO:
El otro brazo que debe conformar la contraofensiva que debe impulsar la revolución bolivariana ahora, es el aspecto económico, social y cultural, que como lo dije en el escrito, “Análisis Critico a “Lo Que Debe Enfrentar Venezuela Ahora”; (https://www.ensartaos.com.ve/analisis-critico-a-que-debe-enfrentar-venezuela-ahora-2/feed/), al cual os remito; es impulsar las fuerzas productivas de la economía para lograr la soberanía alimentaria y la soberanía industrial con el modo de producción colectivo o socialista, cuestión esta que aparte del escrito remitido, haremos un escrito especial, para definirlo más ampliamente.
Para Concluir Recordatorio de lo Más Importante que Debemos Enfrentar Ahora
En un artículo mío, anterior publicado por “Ensartaos.com.ve”, en donde hice un análisis crítico de lo que debe hacer la revolución bolivariana ahora, con esta guerra hibrida a que nos somete el imperialismo yanqui, en el párrafo anterior mencionado, el cual coincide con lo dicho en la entrevista que le hiciera José Negrón Valera a Rafael Belisario, aquí en mencion; refresquemos grosso modo ese artículo; pero primero veamos lo que dice Belisario, con respecto a lo que viene; 1) La guerra que va a seguir aplicando “el gobierno de la sombra”, ya mencionado, va seguir siendo asimétrica, es decir, que el narcoparamilitarismo uribista, infiltrado dentro del país, va a continuar actuando en “silencio y en sigilo”; 2) Viene un periodo de paramilitarización de esta guerra no convencional, que describe como acciones terroristas; y yo le agregaría profundización de la guerra económica, o sea, seguir profundizando la hiperinflación inducida, el bachaqueo, el comercio usurero, súper-especulativo y ahora haciéndolo extensivo a los servicios públicos; el mega-sabotaje eléctrico al Guri, entra dentro de esta fase de la guerra; 3) Viene una etapa de guerra psicológica (El atentado eléctrico, entra ahí), en donde entran en acción nuevas tesis de guerra del Pentágono, destruir la cotidianidad, para lograr el cansancio y así viene la claudicación y la entrega, la tesis del “Operaciones Basadas en Efectos” (EBO, por sus siglas en ingles), veamos como concluye en su entrevista Rafael Belisario: “…El país lleva aproximadamente cinco años sometido a diferentes mecanismos de guerra no convencional y bien podríamos decir a operaciones basadas en efecto. Hemos sufrido un boicot en el suministro de alimentos, especialmente en las vías de distribución, generando un desabastecimiento programado, sometiendo a la población a una incesante búsqueda de los bienes esenciales; Las llamadas sanciones ‘inteligentes’ para bloquear cualquier forma de financiamiento y comercialización. Analizando estas operaciones, parece indicar que la estrategia a Venezuela es la parálisis estratégica del Estado, especialmente la parálisis de PDVSA disminuyendo al máximo la producción de crudo, generando consecuencias de carácter geopolítico y de conmoción social a lo interno del país…”.
Lo descrito anteriormente; es la parálisis estratégica del país que una vez lograda, viene el jaque mate, la estocada final; si la revolución bolivariana no pasa a la contra-ofensiva y revierte todo lo adelantado que ha logrado la derecha (El “Gobierno Bajo la Sombra”), el camino que le queda es la estocada final, por eso se debe aprovechar la tronco victoria que prácticamente nos ha regalado el imperialismo con el sabotaje eléctrico al corazón de la energía, El Guri, para pasar a la contra-ofensiva, como lo hemos planteado aquí, en lo político-institucional, por intermedio de los procesos de relegitimación, reempoderamiento y renovación, sustentado en las leyes y manuales éticos y anti-corrupción., anti-burocráticos y anti-indolentes; y en lo económico-social-cultural, en la implementación del plan de soberanía alimentaria e industrial, bajo el modo de producción socialista.
Francisco Javier Sierra Corrales